La decoración de árboles de Navidad comenzó en el siglo XVI en Alemania, y desde entonces se ha mantenido como una tradición de vacaciones en los Estados Unidos y en muchos otros países.
Aunque no usamos adornos comestibles como los primeros alemanes-estadounidenses, es común ver la incorporación de otros estilos convencionales.
Se cree que los ángeles traen buena suerte al hogar, y las campanas sonoras evitan la presencia de espíritus malignos. Las creaciones elaboradas comúnmente incorporan algunos de los elementos clásicos mezclados con las tendencias actuales, como adornos rústicos o de bricolaje.
También es más probable que los decoradores elijan árboles artificiales para eliminar el desorden y el impacto ambiental.